24.4.15

S A


14 comentarios:

  1. ... me retuvieron y me conminaron -"educadamente"- a que les mostrara las fotos que llevaba en mi cutre, modesta y averiada cámara digital.
    -"Le hemos visto, muéstrenos las fotos que estaba sacando a nuestros niños y si no hay nada raro se va tranquilamente y aquí no ha pasado nada".
    En una fracción de segundo valoré si esperar la llegada de la policía, que el Gruppen a buen seguro llamaría, o dar un paso adelante y verme obligado a demostrar mi absoluta inocencia.
    Aturdido, nervioso, asustado, rodeado por media docena de treintañeros SA-Sturmmann, no solo les mostré las decenas de fotos del atardecer de aquel 30 de diciembre de 2012, sino que les mostré voluntariamente mi identificación, para ir más allá en mi descargo, y que muy ladina, cobardemente, no quisieron aceptar ni mirar una vez convencidos del resbalón que todos y todas acababan de dar. El que parecía ser el SA-Obersturmmann se dio por satisfecho
    -No es necesario que siga...
    -Sí, sí, es necesario- le contesté, obligándolo a ver toda mi colección de soles hundiéndose en el horizonte. Cualquier cosa estuve dispuesto, con tal de no pasar ni siquiera durante un segundo como lo que aquel Gruppen, rodeándome, creían que yo era.
    Nunca, nunca, nunca olvidaré esos diez minutos.
    Pero sobre todo, preocupante me resultó que ni uno solo de aquellos SA (nacidos y educados en democracia) alzara la voz y parase aquel despropósito y aquella equivocación, silencio y más silencio...
    Sus niños mientras tanto, ajenos, correteaban y jugaban por los alrededores.
    Las sombras de la noche caían, parduscas, más deprisa y más inquietantes de lo que yo pensaba, y no era el Hamburgo de 1933, sino una ciudad española a pocas horas de 2013.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. PS:
      cinco minutos de fb me llevó identificar al fuhrergruppen, pues me dio una pista,yo creo que en un ataque repentino de autodisculpa.
      Tarde o temprano he de cruzarme con él y buscar su mirada...

      Eliminar
    2. Al fin se me ha cruzado. Me ha mirado durante un segundo y ha confirmado mis sospecha: eres un COBARDE

      Eliminar
  2. Sé que el mundo seguirá girando a pesar de esta "anécdota", pero no así mi mundo. Desde entonces, algo ha cambiado en mi. Ni desdramatizándolo.

    ResponderEliminar
  3. 10 minutos contados por la prosa poética de Bejarano que nos muestran que la libertad sigue encontrando barreras...
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Diez minutos tremendos en los que me ocurrió realmente el ser parado y rodeado, Todo porque me vieron sacar unas fotos.

      Eliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo siento, me equivoqué. A veces sucede, qué lo vamos a hacer.

      Eliminar
    2. No he entendido tu respuesta, ni en qué, según tú, te has equivocado, pues has eliminado tu comentario. Me gustaría que me aclarases esto pues no recuerdo nada. En cualquier caso, viniendo de ti, no creo que te hayas equivocado.
      Aquí hay sin duda un malentendido.

      Eliminar
  5. Hola, Jóse:

    No te preocupes, cosas que pasan cuando uno va a toda máquina. Siento haberte confundido, amigo. Te explico. Como ves te dejé un comentario el 13 de noviembre. Normalmente tú sueles contestar. Como pasaba tanto tiempo y no lo hacías, me pensé que te había molestado algo o que estabas molesto conmigo por pasar tanto tiempo sin dejarte mis saludos (tonterías que a veces piensa uno, ¡qué se yo!) y que ya no querías saber nada de esta amiga tuya bloguera :( Por eso te decía lo de "me equivoqué"

    Lo siento. Ahora veo que lees todos los comentarios y que además de Google + también sigues atendiendo este blog, por el que yo te conocí.

    Un enorme abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Decir en su disculpa, que si yo veo a un desconocido haciendo fotos en dirección a mis niños, desconfío. Lo que no tiene razón de ser son las formas. No se puede retener ni coaccionar a una persona, por una sospecha, encima infundada. Eso supongo que será delito incluso. Aunque en esta depauperada democracia, lo mismo no. El tiempo como juez insobornable, pondrá en su sitio a cada cual. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Obviamente no estaba haciendo fotos en dirección a nadie. Fue cosa de una persona paranoica que andaba por allí. En todo caso no es delito tirar fotos, otra cosa es que se pueda hacer mal uso de las mismas. La cuestión fue que me retuvieron y me vi rodeado por media docena de individuos. Y lo peor de todo, el silencio ante tal atropello propio de camisas pardas

    ResponderEliminar


Me encantan las visitas.
No lo dudes, amig@... y entra, las puertas están abiertas de par en par.
Comenta, critica, sugiere, aporta.
Enriquece mi bloc.
No aceptaré anónimos...

G R A C I A S